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Yacimiento de La Torrecilla II

Datos del yacimiento

Nombre del yacimiento: Arenero de la Torrecilla II

Localización: 

Margen derecha camino de Perales a La Aldehuela
40°18'34.4"N 3°37'34.4"W; Visualizar en Google Maps

Naturaleza: Yacimiento arqueológico
Adscripción cronológica:

Yacimiento arqueológico: 1200 - 700 a.C. (Bronce final); 700 - 500 a.C. (I Edad del Hierro)

Fecha de los trabajos: 1976

Yacimiento arqueológico

Entorno a la Torrecilla de Iván Crispín (La Torrecilla) hubo una intensiva extracción de áridos, ésta dio lugar a la recuperación de una gran cantidad de restos arqueológicos que abarcan desde el Paleolítico hasta la época medieval.

Las publicaciones consultadas permiten identificar tres áreas de hallazgos a las que hemos denominado La Torrecilla I, II y III; sin embargo cuando consultamos la bibliografía o vemos las piezas expuestas en los museos, éstas siempre referencian a «La Torrecilla» como origen común a todas ellas. Todos los materiales encontrados en estas tres zonas presentan grandes similitudes, y dado que aparecieron a poca distancia unos de otros es lógico asignarles ese nombre como lugar de los yacimientos.

Aunque nos ha supuesto mayor esfuerzo, hemos querido conveniente tratar de identificar el lugar exacto de recuperación de cada una de las piezas y publicar una página diferente para cada una de las intervenciones que se realizaron durante las distintas campañas de excavaciones.

En los mapas se puede observar el lugar exacto del yacimiento de La Torrecilla II y de los otros dos que en su conjunto definen el área de «La Torrecilla».

El yacimiento de la Torrecilla II estaba situado en la margen derecha del camino de Perales a la Aldehuela y cercano a la Cañada Real Galiana. El estudio de este yacimiento fue realizado por Mª Carmen Priego y Salvador Quero como consecuencia del hallazgo fortuito de un brazalete de oro en marzo de 1976, durante las labores de cribado de tierras en una explotación de áridos.

Bronce final - I Edad del Hierro

Tras el hallazgo del brazalete se realizaron una serie de sondeos en la zona, que dieron como resultado la aparición de materiales procedentes de fondos de cabaña que se podrían datar entre el final de la Edad del Bronce e inicios de la Edad del Hierro.

Se recuperaron:

  • Dos vasos, uno sobre otro, a unos 30 centímetros de profundidad, que contenían huesos quemados, un punzón, dos fragmentos de un pequeño aro y una lámina, todo ello de metal. El contenido y la posición de los vasos, permite suponer que se trate de una sepultura de incineración.
  • Una olla de fondo plano con decoración incisa que apareció en un fondo de cabaña.
  • En otros fondos de cabaña se encontraron varias ollas y cuencos. Algunas de estas piezas son similares al tipo primitivo de Las Cogotas.
  • Dispersos se recuperaron cuatro urnas globulares de tamaño pequeño, un vaso troncocónico y una pequeña cazuela de barro cocido, negruzca y muy bruñida, que imita prototipos metálicos.

Los restos de cerámica decorada no son abundantes, los fragmentos de ollas presentan sencillas líneas incisas oblicuas y paralelas en el borde, se aprecian fragmentos con zigzag cercano al borde, tanto en su parte externa como interna.

Brazalete de oro

Este brazalete se conserva en el Museo de San Isidro – Los Orígenes de Madrid, está considerado como la primera joya de la orfebrería madrileña.

«... es un cilindro cerrado de oro fino de 24 quilates, de 167,5 gramos de peso y aspecto macizo, su diámetro medio es de 73,0 milímetros, siendo su espesor y su altura de 3,9 y 30,9 milímetros respectivamente. Su única decoración consiste en nueve molduras horizontales, equidistantes y paralelas, todas iguales y de perfil almenado que presenta al exterior; en su parte interna es completamente liso» (Priego y Quero, 1978).

Las circunstancias en las que se produjo su descubrimiento no permiten datarlo con precisión ni tampoco determinar si estaba asociado a un depósito ritual, un lugar de habitación o había sido ocultado intencionalmente. Su adscripción cronológica se ha realizado buscando paralelismos con otros brazaletes hallados en la Península Ibérica, así las molduras que presenta el brazalete hace que se le incluya dentro del grupo que se denomina «tipo Villena» (o Villena/Estremoz) y éstos se datan en pleno siglo VIII a.C.

No obstante las similitudes con los veintiocho que componen el Tesoro de Villena o con el brazalete de Estremoz lo son en cuanto a su tipología. Las molduras de estos brazaletes no presentan la uniformidad que aparece en el de La Torrecilla y la mayoría de estos tienen perforaciones en alguna de las filas que separan las molduras.

Nuestro brazalete sí tiene una gran similitud con el que tiene su origen en el expoliado túmulo del Torrión en Navamorales (Salamanca), y que después de pasar por varios anticuarios acabaría en un museo indeterminado de Estados Unidos. Este brazalete está también cerrado y con análoga decoración moldurada, se les pone a ambos en relación con el aparecido en la Cueva del Silo (Sierra de Atapuerca).

Coinciden los dos en que se hallaron en entornos bien comunicados, zonas de paso o de contacto entre distintas áreas geográficas. Hay, sobre el mapa, una vía de conexión entre los brazaletes encontrados en la fachada atlántica (Estremoz) y la mediterránea (Villena), los hallazgos de La Torrecilla, Torrión (Salamanca) y Abía de la Obispalía (Cuenca) marcarían los puntos de enlace entre la orfebrería del oeste y este de la Península durante la Edad del Bronce.

En La Torrecilla no se han encontrado vestigios de talleres de fundición lo que lleva a pensar que fue fruto de un intercambio comercial o incluso que hubiera sido realizado por algún taller itinerante.

Galería de imágenes

Las piezas que se muestran a continuación forman parte del Museo Virtual de Getafe:

    Bibliografía y fuentes consultadas