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Yacimiento de la Fábrica de Ladrillos

Datos del yacimiento

Nombre del yacimiento: Arenero de La Fábrica de Ladrillos o de la Fábrica de los Alemanes o de la Fábrica de La Aldehuela

Localización: 

Camino de La Aldehuela a Vaciamadrid
40°18'11.9"N 3°35'20.9"W; Visualizar en Google Maps

Naturaleza: Yacimiento arqueológico y paleontológico
Adscripción cronológica:

Yacimiento arqueológico: 200 000 -125 000 a.C. (Achelense medio-superior); 100 000 a.C. (Achelense final - Musteriense); 1650 - 800 a.C. (Bronce medio y final)

Yacimiento paleontológico: 127 000 - 100 000 a.C. (Pleistoceno superior); 1650 - 800 a.C. (Bronce medio y final)

Fecha de los trabajos: 1969, 1970, 1972 a 1980, 1982, 1983 y 1989 

Yacimiento arqueológico

El arenero de La Fábrica de Ladrillos se situaba en la zona denominada La Aldehuela, en la margen izquierda del camino de La Aldehuela a Vaciamadrid.

Este yacimiento se encuentra 20 m por encima de una amplia llanura bañada por el río Manzanares y el arroyo Culebro, que en este lugar discurren paralelos. Con esta abundancia de agua se daban las condiciones ideales para que se desarrollara una vegetación de pradera entre los dos cauces y junto a éstos grandes agrupaciones arbóreas que favorecieron la presencia de animales. Toda la zona fue en su conjunto un foco de atracción de las poblaciones prehistóricas, en un principio de los cazadores y recolectores del Paleolítico y posteriormente de las comunidades campesinas de la Edad del Bronce.

"El yacimiento de la Fábrica de Ladrillos es un excelente exponente de lo que son los poblados de ribera del Bronce medio y final en las cuencas fluviales de la Meseta y, en particular, en la región de Madrid cuya cuidadosa elección del sitio busca la complementariedad de recursos bióticos y abióticos así como las tierras más aptas para el desarrollo de una economía campesina gracias a las inmejorables condiciones del sitio bañado por el Manzanares y el último de sus arroyos tributarios:el Culebro, junto a los montes de La Marañosa y en un terreno donde arcillas y rocas silíceas son abundantes garantizando las reservas indispensables tanto para el consumo como para las principales manufacturas, lo que explica su dilatada cronología, a lo largo de varias centurias" (AA.VV. 2007, pág. 198)

De los cercanos montes de La Marañosa se podían obtener placas de sílex tabular, de las terrazas fluviales los nódulos de sílex arrastrados y en el propio subsuelo del asentamiento la arcilla necesaria para elaborar las piezas cerámicas.

Paleolítico

Los primeros trabajos en este arenero se llevaron a cabo en el año 1969 y hasta el 1980 se inventariaron un total de 1074 objetos pertenecientes a este periodo, siendo la característica predominante la industria lítica de sílex blanquecino, tanto Achelense como Musteriense. Se encontraron útiles sobre lascas, entre ellas un buen número son de tipo levallois, también se recuperaron núcleos, raederas, cuchillos de dorso, bifaces, hendidores y algún triedro.

Al igual que ocurre con el arenero de Arcaraz, al estudiar los cortes en este arenero se observó que había aportes mixtos del río Manzanares y del arroyo Culebro, esto podría indicar que se trataba de la antigua zona de desembocadura del arroyo. En este lugar el arroyo depositó su terraza sobre el río previo a un proceso de erosión, lo que se detecta por el diferente aspecto que presentan los materiales que provenían de uno u otro; el sílex proveniente de la terraza del Culebro presenta colores blanquecinos, mientras que la industria lítica proveniente del Manzanares ha sido tallada en sílex multicolor y por lo general aparece más rodada. Los restos de fauna hallados en el área de influencia del arroyo Culebro permitieron identificar dos terrazas, la del Manzanares que se atribuye a la glaciación Riss y la del Culebro a la posterior glaciación Würm.

Edad del Bronce

En el año 1982, nuevos trabajos en los areneros detectaron la existencia de unos «fondos de cabaña» (hoyos) dispersos en una extensa superficie de la que se excavó un área cercana a los 900 metros cuadrados, si bien se comprobó que la ocupación abarcaba una extensión total mucho mayor, que pudo haber alcanzado los 12.000 metros cuadrados.

En el yacimiento se descubrieron un total de 163 hoyos excavados en la arena y rellenos de materia orgánica, cerámica, útiles de piedra y huesos. Muchos de ellos son tangentes o secantes entre si, esto ha llevado a deducir que se excavaron en momentos distintos. No se trataría entonces de un asentamiento de larga duración, posiblemente hubo momentos de abandono más o menos prolongado.

Aunque muy posiblemente ya desde el Neolítico y campaniforme hubo asentamientos de pequeñas dimensiones, el análisis de los materiales encontrados ha llevado a datarlos como pertenecientes a la cultura Cogotas I. Una parte de ellos pertenecen a la fase formativa de esta cultura, conocida como Protocogotas (1650-1300 a.C.), en la que hubo una intensa actividad y la ocupación alcanzó una mayor superficie; otro buen número de materiales se correspondería con la fase plena de Cogotas I (1300-800 a.C.) en la que la ocupación lo fue por un espacio más prolongado.

Son varias las conclusiones a las que se han llegado una vez estudiados los restos del material encontrado en los hoyos:

  • La coincidencia de material cerámico y lítico en algunos de ellos podría indicar que estos materiales formaban parte de restos de suelos y se introdujeron conjuntamente en los hoyos como consecuencia de su limpieza.
  • Otros hoyos, en los que se ha recuperado material completo, indica que los depósitos se han realizado intencionadamente. En varios de ellos se han encontrado molinos de granito, ocultados posiblemente con la idea de volverlos a recuperar después de un periodo temporal de abandono del asentamiento. Los depósitos de molinos se concentran en una zona concreta del yacimiento lo cual podría indicar que era la zona de molienda.
  • Se hallaron dos enterramientos individuales en hoyo, localizados dentro del área del poblado, que siguen la norma general de lo encontrado en otros  yacimientos pertenecientes a la fase Protocogotas.

Materiales cerámicos

El mineral utilizado para realizar las piezas es de tipo silíceo, aunque en algunos vasos se aprecian nódulos de caliza.

No hay constancia de espacios específicos donde se llevara a cabo la cocción de las piezas. Probablemente el método de cocción utilizado fuera el que se realizaba al aire libre, el más simple y antiguo que se conoce, realizado en una hornera, bien semiexcavada en el suelo o sobre él; de esto resultan unas piezas con cocciones deficientes y mal controladas, realizadas a baja temperatura.

En La Fábrica, las piezas que se han adscrito a la fase Protocogotas (Bronce Medio) marcan una diferencia con respecto a las que se hacían en la etapa anterior (Bronce Antiguo) y que se han encontrado en otros yacimientos. Paulatinamente las piezas lisas del periodo anterior comienzan a ornamentarse con motivos geométricos muy sencillos, ocupando una o dos bandas. Cada recipiente se ornamenta con un único motivo que se desarrolla a lo largo de un friso horizontal, utilizando sobre todo la técnica de impresión.

En la fase plena de Cogotas I esta simplicidad evoluciona, ahora encontramos piezas con diseños más variados y composiciones cada vez más complejas; aparecen elementos como líneas quebradas, guirnaldas, metopas o frisos, que rompen la horizontalidad y tienden a cubrir una superficie cada vez más amplia. En esta fase se emplean las técnicas de excisión, el acanalado y la policromía, como aspecto innovador aparece la técnica del boquique (punto y raya) que será una de las mayores señas de identidad de esta cerámica.

Aunque hay que hacer notar que en ambas fases encontramos cerámicas lisas sin decorar.

Industria lítica

Se han recogido un gran número de piezas líticas pertenecientes a las fases Precogotas y Cogotas I. La materia prima utilizada es sobre todo el sílex, muy abundante en la zona; tenemos núcleos (en los que predominan los de forma prismática) y elementos retocados (buriles, denticulados, perforadores, dientes de hoz, raederas, raspadores). También se recuperaron bloques de granito utilizados como molinos y un hacha de fibrolita, se trataría de materiales traídos de otros lugares, posiblemente de la zona de la sierra de Madrid.

También aparecieron elementos de origen paleolítico, algunos de ellos podrían haberse aprovechado como soporte para crear nuevas piezas, mientras que otros fueron utilizados para rellenar los hoyos.

Metalurgia

Se encontraron únicamente tres piezas de buena calidad que se asignan a la última etapa de la Edad del Bronce: una punta, un punzón y una punta de flecha. También se recuperó un lingote que tiene la forma de media hacha y un alto contenido en plomo.

Industria ósea

Se han recuperado doce piezas en diez hoyos, ocho de ellos se asignan a la fase Protocogotas  y dos a la plenitud de Cogotas I. Fueron realizadas mayoritariamente sobre huesos de bóvidos y en menor medida en asta de ciervo.

Son piezas poco trabajadas que se utilizan como elementos de trabajo muy rudimentario, por ello se aprovechan sobre todo los huesos largos y presentan un extremo apuntado, se clasificarían como punzones. Otras piezas realizadas sobre asta de ciervo se utilizarían en tareas artesanales o domésticas.

Restos paleontológicos

Pleistoceno

Se han realizado hallazgos de fauna que por lo general habitaría en regiones de clima no muy riguroso.

  • Elefante (Elephantidae indet.)
  • Rinoceronte (Dicerorhinus hemitoechus)
  • Caballo (Equus caballus)
  • Ciervo común (Cervus elaphus)
  • Bóvido (Bos primigenius)

Edad del Bronce

Se recuperaron un total de 4155 restos óseos, localizados de una forma dispersa en el interior de un centenar de hoyos y mezclados con otros materiales arqueológicos como la cerámica, la lítica o piedras de molino.

El examen de los restos indica que en su mayor parte son restos alimenticios, éstos debieron estar esparcidos por el poblado inicialmente, para pasar después a formar parte de los rellenos de los hoyos.

Entre los mamíferos domésticos se han identificado huesos de caballo, vacuno, ovicaprinos, porcino y perro. Entre los mamíferos silvestres se han recuperado restos de ciervo, uro, jabalí, liebre, conejo, además de lince; los restos de vacuno representan más de la mitad de los encontrados, lo que indica que era la principal fuente de consumo cárnico, seguido de los ovicaprinos que representan un 23% del total.

El aprovechamiento del ganado vacuno se extendería también hacia sus productos secundarios como la leche y sus derivados, esto queda evidenciado por la recuperación de piezas cerámicas como las denominadas queseras.

También se han encontrado restos de cinco vacunos depositados cuidadosamente en uno de los hoyos, esto puede indicar un depósito ritual.

      Galería de imágenes

      Pueden consultarse algunas de estas piezas a través del catálogo CER.es publicado por el Ministerio de Cultura y Deporte:

      Las piezas que se muestran a continuación forman parte del Museo Virtual de Getafe:

      Paleolítico

      Edad del Bronce

      Industria lítica

      Industria cerámica (Bronce Medio - Protocogotas)

      Se muestran a continuación una selección de piezas cerámicas que forman parte del Museo Virtual de Getafe, pueden visualizarse más objetos de este periodo a través de este enlace: La Fábrica de Ladrillos cerámica del Bronce Medio.

      Industria cerámica (Bronce Final - Cogotas I)

      Se muestran a continuación una selección de piezas cerámicas que forman parte del Museo Virtual de Getafe, pueden visualizarse más objetos de este periodo a través de este enlace: La Fábrica de Ladrillos cerámica del Bronce Final.

      Industria de metal

        Bibliografía y fuentes consultadas

        • AA.VV. (2007). El Bronce Medio y Final en la región de Madrid. El poblado de la fábrica de ladrillos (Getafe, Madrid). Estudios de Prehistoria y Arqueología Madrileñas, 14-15. Madrid. 2007.
        • Cobo, Aurora; Gamazo, Mercedes; Hoyos, Manuel y Soto, Enrique (1979). Los yacimientos paleolíticos de las terrazas del Manzanares. Estado actual de la cuestión. Primeras Jornadas de Estudio sobre la Provincia de Madrid, Diputación Provincial. Madrid, diciembre de 1980.
        • Gamazo Barrueco, Mercedes (1982). Prospecciones en las terrazas de la margen derecha del río Manzanares. Noticiario arqueológico hispánico nº 14, 1982, págs. 7-148.
        • Gamazo Barrueco, Mercedes (2002). Las colecciones paleolíticas del Manzanares y del Jarama del Museo de San Isidro. Bifaces y elefantes: La investigación del Paleolítico Inferior en Madrid (Zona Arqueológica nº 1). Museo Arqueológico Regional, 2002.
        • Quero, Salvador y Priego, Mª del Carmen (1980). Prospecciones y excavaciones recientes del Instituto Arqueológico Municipal. Primeras Jornadas de Estudio sobre la Provincia de Madrid, Diputación Provincial. Madrid, diciembre de 1980.