Este sistema lo componen un conjunto de poleas y tornos, actuados manualmente, ubicados en la cámara de las bóvedas que, desde tiempo inmemorial, se ha venido utilizando como sistema de izado y suspensión de la corona, el manto y el telón frontal del
Monumento.
El sistema, que inicialmente constaba de tornos y poleas de madera y cuerdas de esparto, tras las reformas y la restauración de la iglesia, ya convertida en templo catedralicio, ha sido modernizado, introduciendo un nuevo conjunto de tornos y poleas metálicas, con cables de acero.
El nuevo sistema sigue siendo actuado manualmente mediante manivelas, pero introduce una serie de mecanismos de bloqueo y anclaje para incrementar la seguridad del mismo.