Vemos a la Virgen reposar sobre una base que, por su forma y ornamentación de tornapuntas en forma de “C”, podría tratarse de un trono de plata repujada; es muy posible que lo fuera, dado que está documentada la fabricación de un trono de plata para la Virgen en este siglo XVIII.
En la estampa no es visible la base semiesférica tallada con ángeles, sobre la que apoyaba sus pies la Virgen, por lo que no nos es posible saber en qué estado de modificación se encontraba entonces; lo que sí parece evidente es que no contaba con una gran altura, lo que nos indica que probablemente ya había sido recortada para colocar la imagen en su nuevo "Carro Triunfal".
Esta misma peana parece ser, de nuevo, la que recoge un grabado de 1848