Villa romana de la Torrecilla. Cuadrículas excavación 1980-1981

Campañas de excavación 1980-1981

CAMPAÑA DE 1980

Se realiza en la primera quincena del mes de junio. Se hace una valoración superficial de los restos murarios, encontrados accidentalmente, sobre una superficie de unas cinco hectáreas, donde aparecen concentraciones de piedras de gran tamaño y restos de ladrillos, montones de acumulación de restos, realizados como consecuencia de la adaptación del terreno para el cultivo de cereales.

La superficie estudiada ocupa unos 500 m de longitud por unos 100 m de ancho, todo alrededor del muro descubierto accidentalmente. Todo estaba muy removido por la maquinaria agrícola.

Se realizan una serie de sondeos en cuadrículas de 5x5 m Se encuentran numerosos restos de tejas curvas con diferentes trazos, algunos digitales, que pudieron pertenecer a la villa romana.

Ante estos resultados, poco determinantes, en la segunda semana de junio, se centra la excavación en el socavón que había dejado al descubierto el muro.

Se trazan dos cuadrículas de 5x5, separadas por testigos de +/- un metro de altura y los objetivos se centran en:

  1. Comprobar que los restos murarios se correspondían con alguna estructura arquitectónica y que permitiesen reconstruir su planta.
  2. Tener una estratigrafía del terreno para conocer la técnica de construcción y las fases de vida del edificio.

Se descubre un lienzo en la C.1 que se prolonga en dos direcciones y del que arrancan perpendicularmente otros dos muros similares, uno en buen estado y otro casi perdido, aunque podía verse su trazado.

La C.2 está prácticamente arrasada, pero se podía seguir el trazado de una medianera, quizás de tapial, encajada en el pavimento. A pesar del grado de deterioro se pudo obtener una secuencia estratigráfica:

  1. De tierra vegetal (10 cm)
  2. De humus compacto y oscuro (80 cm) con restos óseos de animales y restos de cerámicas, tejas y otros materiales de construcción, que se podían corresponder con tapiales caídos.
  3. Capa de unos 20 cm formada por el desplome de la cubierta con restos de tejas trapezoidales y losas aplanadas abombadas.
  4. Una fina capa de restos arquitectónicos de estucos y piedras sobre un pavimento de opus signinum (mortero de cal, arena y roca silícea apisonada).

Estos trabajos confirmaron la presencia de un edificio complejo.

(Fig.1 p. 34, 35 y 36 Informe de la U.A.M.)

CAMPAÑA DE 1981

Se lleva a cabo en la segunda quincena de junio de 1981. Se decide ampliar los trabajos con siete nuevas cuadrículas, partiendo de las dos ya estudiadas en 1980, con el fin de definir las estancias. Se crea una retícula de 3x3 cuadrículas que se hicieron con el mismo tamaño y orientación de los testigos abiertos el año anterior.

Se puso al descubierto una sala de planta rectangular con un ábside semicircular en cabecera pavimentada en opus signinum. Las paredes habían estado decoradas con estucos policromos con motivos geométricos combinados con algún elemento floral, todo ello muy fragmentado y junto a los muros.

En el tránsito de la nave al ábside se documenta un gran derrumbe que se corresponde con sendas pilastras y dovelas de un arco. A ambos lados de la sala, contiguas a ella, se abren tres estancias de planta cuadrangular que cerraban con el gran muro que se descubrió accidentalmente y que tras esta actuación se descubren algo más de 17 m del mismo, cruzando diagonalmente tres cuadriculas.

En la zona sur se pudo recuperar el trazado del ábside, donde se recuperaron restos de tejas procedentes del desplome de la techumbre, que se encontraron en una franja de dos metros de ancho, junto a los muros del ábside.

La mayor parte de los muros que se conservan se corresponden con la zona de cimientos. La línea de pavimentos indicaba el límite entre el paramento visible y la cimentación. Todas las estancias tenían restos de pavimentación, pero en la sala absidiada era de mejor calidad, con una cerámica más triturada y el mortero más homogéneo, lo que explica su mejor conservación.

Se observaron restos de ocupación del edificio tras su derrumbe, por parte de diferentes grupos, que lo reutilizaron construyendo hoyos o silos en el solado.

(P.36 Informe de la U.A.M.)