Getafe en el bando republicano
Contenido el golpe de estado en Getafe el 20 de julio, el Ayuntamiento continuó regido por la Comisión Gestora que había sido nombrada el 15 de marzo. Al frente de ella se había nombrado el 1 de junio a Francisco Lastra, quien solicitó mediante un Bando la entrega de las armas repartidas a los civiles durante los primeros días de la sublevación.
En los días siguientes se produjeron incautaciones de edificios, tierras, empresas y medios de transporte, depuraciones de funcionarios municipales, registros domiciliarios y detenciones.
La Base Aérea tuvo un papel relevante en la defensa de Madrid, de ella partirían, también a otros frentes de guerra, los aviones Breguet que se montaron en los hangares de Construcciones Aeronáuticas (C.A.S.A.). Algunos de sus pilotos se pasaron a los rebeldes con los aparatos.
En octubre de 1936, el Gobierno de la República considera que la industria aeronáutica puede verse afectada por el avance de las tropas sublevadas. Decide encargar al ingeniero D. José Aguilera Cullel el traslado de la factoría de C.A.S.A. de Getafe a Reus.
Junto con el traslado de la maquinaría y las instalaciones se llevará a cabo el del personal de la factoría y sus familiares.
Durante los primeros meses de la guerra civil llegan a Getafe un gran número de personas que huyen de las poblaciones tomadas por las tropas sublevadas, en el Archivo Municipal se tienen contabilizados 308 grupos que se correspondían con 1488 individuos. En su mayor parte procedían de Villaluenga de la Sagra, Calzada de Oropesa, Esquivias, Yuncos, Noves,Toledo, Bargas, Illescas, Yuncler, Recas, Portillo, Villaseca, Mocejón, Parla…. entre otros.
Muchas de estas personas fueron alojadas en un primer momento en la iglesia de la Magdalena (hoy catedral). El Ayuntamiento posteriormente incautó viviendas y les realojó en casas que habían quedado vacías al haberse marchado sus propietarios huyendo también de la guerra.
Milicianos madrileños llegaron a Getafe en autobuses de dos pisos, pintados de color verde, para defenderlo del ataque de las tropas del General Varela. Y en su defensa murieron un gran número de ellos.
El Colegio de los Padres Escolapios, fue incautado como escuelas públicas por el Ayuntamiento de Getafe. Ante las consecuencias de la guerra civil, fue declarado por la República Hospital de Sangre de la zona sur de Madrid, desde agosto a noviembre de 1936.
Durante la etapa republicana, en el Hospital de Sangre de Getafe se atendieron numerosos heridos trasladados desde los campos de batalla. En esta labor tuvo una gran relevancia expedición de voluntarios financiada exclusivamente por el pueblo escocés.
Este grupo, capitaneado por Fernanda Jacobsen, estaba formado por un equipo de chóferes, enfermeras y un médico. Desde Escocia trasladaron vehículos de apoyo a su labor humanitaria, entre ellos seis ambulancias, una de las cuales estaba ubicada en Getafe y era la encargada de llevar a los heridos al Hospital de Sangre.
Miss Jacobsen, que recibió el título honorífico de “Comandante de las Ambulancias Escocesas”, fue una persona muy vinculada a España, en su estancia en Getafe conoció al Médico-Director del mismo el Dr. D. Martin Navarro Queralt, natural de Getafe muy apreciado en el pueblo y un profesional de gran valía. Por orden suya, en el Hospital es atendido todo el mundo y soldados del Ejercito sublevado pudieron comprobarlo, los cuales, cuando fue necesario para su defensa, testificaron en su favor.
Antes de que las tropas de Franco entrasen en Getafe, el 4 de noviembre de 1936, el Hospital de Sangre fue evacuado a Madrid y abandonado.
Hacia finales de octubre en el pueblo quedaban muy pocos civiles. En el trascurso de los días siguientes Dolores Ibarruri acudió a arengar a los milicianos encargados de defender Getafe desde la plaza del Ayuntamiento.
El 4 de noviembre de 1936 al caer la noche las tropas regulares y legionarios del Primer Cuerpo de Ejercito de Franco, al mando del General Varela y conducidas por el Teniente Coronel Helí Rolando de Tella, tomaron Getafe, habían entrado desde el Cerro de Buenavista, por la carretera de Toledo.