InicioYacimiento El Juncal

Yacimiento El Juncal

Datos del yacimiento

Nombre del yacimiento: El Juncal
Localización: 40º 16' 50.6"N, 3º 42' 25.4"W; Visualizar en Google Maps
Naturaleza:
Yacimiento arqueológico y paleontológico
Adscripción cronológica:
2200 a 1800 a.C. (Calcolítico - primera Edad del Bronce); 500 a.C. (II Edad del Hierro)
Fecha de los trabajos: 2011

Descripción

Las obras de ampliación de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Levante permitieron descubrir un yacimiento hasta entonces inédito, en el paraje El Juncal, dentro del término municipal de Getafe.

Su hallazgo es muy importante pues ayuda a conocer la ocupación calcolítica en la cuenca del Manzanares.

Trabajos arqueológicos anteriores ya habían sacado a la luz yacimientos similares como el de Camino de las Yeseras en la vega del Henares, el recinto de fosos de Gózquez de Arriba en la vega del Jarama y el más cercano de Fuente de la Mora en la vega del Manzanares.

La publicación por ADIF (AA.VV., 2015) de los trabajos de la intervención arqueológica supone un acercamiento muy importante para el conocimiento de las sociedades del II-III milenio a.C. en el interior peninsular, pues extiende la ubicación de los asentamientos conocidos como poblados con recintos de fosos.

En el Juncal, las excavaciones se llevaron a cabo durante el año 2011, comprobándose la existencia de lo que debió ser un gran asentamiento que llegó a tener una extensión de más de 4.000 m2. Una vez aplicados los métodos de datación se determinó que el yacimiento debió ser ocupado desde el Calcolítico Campaniforme hasta la primera Edad del Bronce (aprox. 2200 - 1800 a.C.) y hacia el inicio de la II Edad del Hierro (aprox. 500 a.C.) volvió de nuevo a ser ocupado.

Se trataría de un poblado de fosos que se ubica en una zona levemente elevada en la que debió existir algún manantial o pequeñas lagunas estacionales en un entorno pantanoso. En la actualidad el paisaje que nos encontramos en El Juncal es totalmente distinto al que debió existir en el III milenio a.C., sin embargo, si observamos el Mapa Geológico de España del Instituto Geológico y Minero, el terreno sobre el que se asienta está en la cabecera de lo que debió ser un pequeño cauce compuesto fundamentalmente por aluviales de fondo de valle, arcillas yesíferas, arenas y cuarcitas; depósitos debidos a la sedimentación por aportes fluviales cuaternarios. Este terreno es similar al que nos encontramos en el Arroyo Culebro, separado apenas kilómetro y medio e indicaría que en aquel momento los recursos hídricos serían suficientes para abastecer al poblado.

Se descubrieron 343 estructuras negativas, de las cuales 308 se corresponderían con la ocupación de Calcolítico y la Edad del Bronce. Se han diferenciado tres zonas que se enmarcan en fosos concéntricos:

  • Recinto interior de pequeñas dimensiones y apenas ocupado, podría estar destinado a zona de almacenamiento.
  • Recinto intermedio que forma un semicírculo rodeando el recinto interior, los separa un foso que marca la presencia de un cercado. También podría estar destinado a almacenamiento en cubetas. En esta sección aparecieron restos cerámicos y de industria realizada sobre restos óseos, también encontramos enterramientos de cánidos en los arranques de las secciones de foso.
  • Recinto exterior separado del recinto intermedio por otro foso. Este recinto sin embargo está abierto, no hay foso exterior. Se interpreta como área de habitación, almacén y producción.
    Aquí se encontraron:
    • Zonas de enterramiento muy interesantes pues es uno de los pocos yacimientos donde se registran enterramientos múltiples depositados de forma simultánea.
    • Molinos de mano y denticulados que indica un aprovechamiento de los recursos agrícolas.
    • Restos de un crisol y varios hornos lo que indica un control de la metalurgia.
    • Cabañas, estructuras para almacenaje, silos utilizados posteriormente como basureros o almacenes de materia prima.
    • Cubetas donde se enterraron animales; cánidos fundamentalmente.
    • Una gran cabaña oblonga cuyas paredes serían de tierra amasada mezclada con ramas o palos. En su interior había cierta distribución en áreas de trabajo (molino de mano) y almacenaje (cubetas de almacenaje, recipientes cerámicos).
    • En otra cabaña circular apareció un fragmento de molino barquiforme de granito.
    • Numerosos hoyos tallados en el suelo que se interpretan para una función de almacenaje o despensa, en ellos los alimentos se conservan a temperatura estable y a salvo. Pasado el tiempo pasarían a ser inservibles y fueron utilizados como basureros.
    • Una cuarta área se encuentra algo más separada, era un pequeño hábitat de una sola cabaña que se data en la Edad de Hierro.

Se han encontrado cinco hoyos que se destinaron a inhumaciones tanto individuales como colectivas. Los enterramientos individuales presentan algún elemento que hace pensar que pudieron realizarse con ajuar, pues en uno de ellos apareció un vaso Campaniforme Marítimo. Los enterramientos múltiples no parecen ser debidos a un enfrentamiento sino más bien a alguna enfermedad que afectó a un número importante de la población.

El estudio de los restos humanos determinó que la patología más frecuente entre los individuos era la relacionada con la artrosis y cierto desgaste dental que da a entender que el consumo de carne no era muy significativo o que no eran individuos de muy avanzada edad.

A lo largo de varias generaciones los habitantes de El Juncal produjeron un gran número de materiales cerámicos realizados con arcillas de su entorno. La mayor parte de las cerámicas eran lisas, aunque las hay también decoradas, éstas, por el tipo de decoración impresa (bandas estrechas horizontales), se clasificarían dentro del grupo del Campaniforme Marítimo. También se han encontrado piezas con una decoración de diseños geométricos realizada mediante impresión de peine que se clasifican dentro del grupo del Campaniforme Inciso del tipo Ciempozuelos y en menor medida aparecieron piezas de Campaniforme Puntillado Geométrico. En este yacimiento, al igual que ocurre en el de La Fábrica de Ladrillos de PRERESA (Getafe), están presentes los tres estilos del Campaniforme que se corresponden con momentos distintos temporalmente, perteneciendo el Campaniforme Marítimo a los primeros momentos, mientras que el Inciso y el Geométrico se corresponderían con épocas posteriores (Blasco, 1996).

Se han recuperado también restos líticos, sílex obtenidos casi en su totalidad de zonas cercanas (Cerro de los Ángeles y cerros de El Ayudén). Entre los objetos encontrados tenemos: cuchillos, útiles denticulados y puntas de flecha lanceoladas; molinos barquiformes y manos de moler en cuarcita; afiladores y yunques de percusión; pulidores, alisadores, hachas pulimentadas, etc. Hay que destacar que los materiales de algunos de los restos encontrados no se encuentran en esta zona, es el caso de un fragmento de molino barquiforme de granito o el de algún hacha pulimentada sobre fibrolita (Sillimanita). Estos minerales se encuentran en la zona de la Sierra de Madrid, la situación es similar a la que nos encontramos en el poblado Calcolítico de Camino de las Yeseras (San Fernando de Henares) donde también aparecieron piezas elaboradas con estos minerales. Hasta el momento no se puede asegurar con certeza la causa de estos intercambios, pero sí indica que hubo movilidad e inquietud en estas sociedades con el fin de obtener materiales más efectivos de cara a favorecer el trabajo en sus actividades tradicionales.

Las piezas realizadas en metal que se han encontrado son escasas: varios punzones, lañas, dos puñales de espiga y tres puntas de flecha tipo palmela realizadas en cobre.

También se han identificado piezas cuya materia prima es el hueso: punzones, agujas, paletas que se relacionan con usos domésticos, pasadores y botones. En relación a estos últimos, se recuperaron dos botones ovoides del tipo denominado en Tortuga Simple, son poco frecuentes y lo normal es que estén realizados sobre asta o marfil; éstos parece ser que lo están sobre la diáfisis de un hueso de gran tamaño.

Asimismo se han encontrado varios ídolos en hueso, uno de ellos en buen estado de conservación. Se trata de la primera falange de un équido, que una vez tallada y pulida fue coloreada de ocre. Esta representación se enmarca dentro de lo que se denomina ídolos falanges oculados; en él puede reconocerse un rostro y dos grandes cejas. Este tipo de ídolo se ha encontrado fundamentalmente en el Sureste peninsular, el estuario del Tajo y en la cuenca media del Guadiana, por lo que el encontrado en Getafe adquiere una gran importancia. Al no haberse encontrado asociado a contextos funerarios da lugar a pensar que su uso se desarrollaba en el ámbito doméstico.

En cuanto a restos de fauna se han identificado: suidos (cerdos y jabalíes), ovicápridos (ovejas y cabras), bóvidos (bos taurus), équidos, perros, gatos, ciervos, pequeños roedores, aves. Algunos de los huesos de estos animales han sido trabajados y con ellos se han elaborado útiles.

En el Calcolítico se produjo una evolución y expansión de las comunidades campesinas, ello provocará una incidencia en el paisaje vegetal. La transición hacia un modo de vida agrícola y ganadero hará que se alteren los ecosistemas produciéndose paulatinamente una deforestación del paisaje con el fin de conseguir materia prima para la construcción de cabañas y empalizadas, también para crear zonas de pastos para el ganado y para el cultivo del cereal.

Así pues, en El Juncal nos encontraríamos posiblemente con un poblado ubicado en tierras de monte bajo más o menos fértiles, rodeado de empalizadas y varios recintos de fosos en torno a las zonas de habitación. Por su tamaño y características puede considerarse como único en la cuenca del Manzanares; tan sólo el de Fuente de la Mora en Leganés, junto al Arroyo Butarque, tiene ciertas similitudes con él.

Galería de imágenes

Las piezas que se muestran a continuación forman parte del Museo Virtual de Getafe:

Bibliografía y fuentes consultadas

  • AA.VV. (2009). Los ojos que nunca se cierran. Ídolos en las primeras sociedades campesinas. Museo Arqueológico Nacional, 2009.
  • AA.VV. (2012). Actas de las novenas jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comunidad de Madrid, 2012, págs. 149-158
  • AA.VV. (2015). La arqueología en el trazado ferroviario del sur de la Comunidad de Madrid. Una aventura fascinante. ADIF ALTA VELOCIDAD, 2015. ISBN: 978-84-934572-9-7
  • Blasco Bosqued, Mª Concepción; Calle Pardo, Juana; Sánchez-Capilla Arroyo, Mª Luz (1996). El Campaniforme puntillado geométrico de la Meseta a partir de los datos del yacimiento de la Fábrica de Ladrillos de Preresa (Getafe, Madrid). Quaderns de prehistòria i arqueologia de Castelló, ISSN 1137-0793, Nº. 17, 1996, págs. 61-74
  • Martínez Calvo, Victoria (2022). Conferencia sobre "El poblado Calcolítico de El Juncal". YouTube, 2022